
El oficio de talabartero es uno de los más antiguos de la ciudad, conozca los detalles de esta actividad
Vivimos en un tiempo en que los medios de transporte motorizado son diversos y cada vez más eficientes, sin embargo, hay medios que a pesar de ser más antiguos se mantienen vigentes debido a que también representan una afición como lo puede ser la equitación.
Pero para mantener ese gusto se requiere del equipo adecuado y este lo realiza un talabartero, cuyo oficio está basado en el trabajo de la piel de res conocido como vaqueta que suele tener un grosor de 4 milímetros y es utilizada para monturas, cinturones, entre otros, aunque también se trabaja con forros de piel de cerdo y ternera, así como otro tipos de acabados con materiales procedentes de la res.
Alejandro Ramos Yépez, quien heredó de su padre el conocimiento del oficio, abrió las puertas de su taller a PROVINCIA, para compartir cómo es que esta tradición sigue viva.
“Hubo un tiempo en que se quiso perder una tradición de andar a caballo, pero nuevamente empezó a retomar fuerza por las cabalgatas, y la charrería, hay personas que comienzan a comprar sus caballos para salir a recorrer el estado”.
El entrevistado señala que ya hay más confianza de la gente de ir de un sitio a otro en la entidad y esto es lo que hace que vuelvan a la montura.
Asimismo, comentó que hay dos vertientes principales del uso de una montura, que es la que estila para realizar actividades agropecuarias y la charrería.
“Está la silla vaquera con la que estamos hablando de ganaderos y la charrería tiene reglas específicas, porque hay diferentes asociaciones que piden cada una se cumpla con ciertos formatos”.
Sin embargo, la equitación no es la única pasión del ser humano relacionada a los animales que trae trabajo a los talabarteros, también pueden atender a los amantes de los perros.
“También hacemos collares y pecheras de trabajo, de entrenamiento de alta escuela, de protección con picos y todo lo relacionado a eso”.
Además se fabrican llaveros, fundas de pistola, machetes, rifles, chaparreras, polainas, pecheras para caballo y cinturones piteados, entre otros.
“Recientemente me pidieron unas sillas miniatura para la fiesta de una asociación”.
Otros materiales que se utilizan son el hilo omega y la pita de maguey para adornar los trabajos.
Para lograr este trabajo se utiliza máquinas de coser que puedan atravesar entre 10 y 15 milímetros para lo cual se cuenta con aparatos que datan de 1910 y que requieren mantenimiento especial.
Otro apoyo con el que cuentan los trabajadores del taller de Ramos Yépez, son algunos internos de los Centros de Readaptación Social, que saben coser a mano la pita maguey en cinturones, con o que también se les da una oportunidad de salir adelante a más personas.
“Hubo un tiempo en que se quiso perder una tradición de andar a caballo, pero nuevamente empezó a retomar fuerza por las cabalgatas, y la charrería, hay personas que comienzan a comprar sus caballos para salir a recorrer el estado”.
Alejandro Ramos Yépez, talabartero
UBÍQUELO
Puede encontrarlo en el local 47 del Mercado Independencia
Celular: 4431959680