Epifanio gusta mostrar a los menores lo que él sabe hacer.

EPIFANIO PEDRAZA ROBLEDO
Antes de convertirse en uno de los grandes de la charrería en el estado, sus primeras suertes las aprendió mientras laboraba en el Grupo Industrial Saltillo

«Se puede decir que yo di los primeros pasos en esto en un corral grande en Matehuala, San Luis Potosí, de donde soy nativo”, refirió.
Al trasladarse la familia a Saltillo por decisión de don Felipe Pedraza y así contar con mejores oportunidades, Epifanio comenzó a trabajar a los 20 años de edad en el Grupo Industrial Saltillo como inspector de calidad en la Fundidora del Norte. Recuerda que en esa etapa (1967) se elaboraban los moldes de arena o base para el vaciado del fierro y la terminación de productos como monoblocks para unidades automotrices.
EL INGRESO A LOS LIENZOS

Tras cerrar el ciclo de labores en el Grupo Industrial Saltillo, Pedraza Robledo continuó perfeccionando su desempeño en la charrería teniendo entre otros compañeros a Pablo Fierro Chávez y Macario González Rodríguez, quien le daría trabajo en un rancho de engorda.


EJEMPLO PARA TODOS
Epifanio establece que su padre fue un ejemplo para todos quienes gustan del más mexicano de los deportes, pues se le ubica entre los iniciadores de la charrería en Matehuala y en el año 2008 la Asociación de Charros de ese lugar le hizo entrega de un reconocimiento.
AGRADECIDO CON ÓSCAR GARZA TREVIÑO


También Epifanio se siente agradecido con Dios por darle la oportunidad de proseguir aportando sus conocimientos en actividades campiranas a cielo abierto y poder montar desde temprano sus corceles «El Alazán” y «El Dorado”.
RECUERDO IMBORRABLE

CONÓCELO:
Nombre:
Epifanio Pedraza Robledo
Lugar de nacimiento:
Matehuala, San Luis Potosí
Deporte:
Charrería
Esposa:
María Guadalupe Iga.
Hijos:
Brenda Guadalupe y Jorge Ramón.
Asociaciones:
Charros de Saltillo. El Cortijo, Charros de Arteaga, Sierra de Zapalinamé y José Velázquez.
Suertes que dominó:
Paso de la muerte, jineteo de toro y yegua, manganas a pie y terna.