La Fmch debe exigir cuentas claras

 

  • Ramón González Barbet
  • Milenio Diario

No cabe duda que hoy la Federación Mexicana de Charrería (Fmch), como asociación civil, está viviendo tiempos de cambios de 180 grados, que no hace mucho eran inimaginables, porque se está haciendo uso de una libertad absoluta para expresarse en todos los niveles, siempre y cuando se utilicen las bases del respeto a los estatutos de esta institución.

Como ya lo he comentado, son tres los casos en la historia de esta federación que en forma inédita se están denunciando por la falta de la entrega-recepción, tanto financiera, como administrativa y deportiva, del Consejo Directivo Nacional anterior (2012-2016), así como la Coordinación de Asociaciones Charras de Estados Unidos y la Unión de Asociaciones de Chiapas, ambas en el mismo periodo de gestión, que hasta hoy se han negado a entregar cuentas claras.

Aunque todavía no está confirmado, parece ser que la Unión de Asociaciones Charras de EU del cuatrienio anterior está por hacer entrega de la documentación requerida; sin embargo, no queda exenta de hacerlo fuera de tiempo, ya que ha transcurrido un año después de lo que marcan los estatutos que rigen a este deporte federado.

Pero donde la puerca torció el rabo y se están complicando las cosas es en el caso Chiapas, ya que el anterior presidente de Unión de Asociaciones Charras (PUA), Carlos Bermúdez Albores, y sus cómplices que lo han protegido y se han valido de todo para no hacer la entrega correspondiente, han llegado al extremo de mover cielo, mar y tierra para destituir al actual PUA, Érick Montoya González, para imponer a su PUA carnal, quien les servirá de tapadera para aparentar lo que no es.

La mancha a la Unión de Asociaciones Charras de Chiapas quedará en el historial como una muestra de lo que no se debe hacer como representante estatal, esta situación es de lamentarse, ya que deportivamente hablando, en los últimos años, la entidad se ha superado en cada una de las categorías en el deporte.

Desafortunadamente, aquí no queda el asunto, ya que Montoya González, respetuosamente hizo uso de su libertad de expresión, solicitando claridad y justicia para su caso, pero si el Comité de Honor y Justicia de la Fmch toma una resolución a la ligera, la afectación puede causar un efecto negativo al Consejo Directivo Nacional, siendo injusto para su presidente, Leonardo Dávila Salinas, quien en su primer año de
gestión ha actuado con igualdad, honestidad y transparencia.

Pero sea cual sea la resolución, lo primero que tiene que hacer la Fmch es que bajo la supervisión y resguardo de la documentación, Bermúdez realice la entrega de las cuentas de su cuatrienio.

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