En una hermosa casa colonial ubicada al sur de la Ciudad de México, dos parejas se casaron el sábado 18 de octubre de 1952. El Charro cantor, Jorge Negrete, con la actriz María Félix, y Agustín Barreda, jardinero de la casa, con Remedios Rivera, la cocinera.
Dos de las figuras más importantes de la Época de Oro del Cine Mexicano tuvieron que dejar transcurrir 10 años para pasar del odio al amor y darse el sí definitivo ante 500 invitados que se sorprendieron cuando el compromiso fue anunciado.
¿Amor a primera vista? En 1938 Jorge Negrete visitó Guadalajara para ambientarse con un personaje que interpretaría en cine; de acuerdo con información publicada por EL UNIVERSAL, Negrete platicaba con unos amigos cuando frente a ellos pasó una hermosa mujer, era María Félix, entonces «brotó en Jorge el chispazo del amor», se lee en la publicación de octubre de 1952.
«¿Quién es? ¿Cómo se llama? Quiero que me la presenten cuanto antes», dijo Negrete; la presentación se daría pronto. «Soy casada señor Negrete, contestó la dama; tengo mi esposo y mi hijito de tres años… Y no tenemos nada más que hablar sobre el asunto», fueron las palabras de María.
Cuatro años después, en 1942, se volverían a encontrar en la grabación de «El peñón de las ánimas», dirigida por Miguel Zacarías; Jorge apadrinó a María que recién empezaba su carrera, pero la relación entre ambos no fue cordial sino ríspida y hasta grosera.
El fuerte carácter de ambos hizo que prácticamente no se dirigieran la palabra durante el rodaje; en entrevista con Verónica Castro y Jacobo Zabludovsky, Félix contó que al final de la filmación, Negrete no quiso firmarle su libreto, pero 10 años después le escribió un especial mensaje: «Amor de mi alma, siento un rencor enorme hacia mí por no haber tenido la inteligencia ni el suficiente corazón para encontrarte entonces, pero sé ahora y siempre que no sabría de la felicidad si me faltas tú. Perdóname si puedes, que estos 10 años de estupidez yo no me lo perdonaré jamás. Te adora siempre Jorge».
En esa entrevista, La Doña reconoció la larga enemistad que tuvo con el actor y que culminaría en el altar: «Durante 10 años me detestaba, parecía… porque no me dejé, creyó que ya las tenía ganadas conmigo y no era cierto. Fue mi enemigo 10 años».
Horas antes de la boda. Para muchos la anunciada como «La boda del siglo» fue una unión por despecho, ya que en mayo de 1952 Jorge terminó una relación de 11 años con Gloria Marín, considerada por varios como el gran amor de su vida, y tres meses después ya estaba anunciando su compromiso con María Félix.
La protagonista de Doña Bárbara acababa de regresar a México, luego de una gira de trabajo en Europa; desde su llegada al aeropuerto, Negrete no dejó de cortejarla.
En EL UNIVERSAL resumieron así la historia de esta pareja: «Transcurre el tiempo, María Félix ha recuperado su libertad, está en México, se dedica al cine. Galán y actriz se encuentran en los estudios y renace la ilusión que a poco se ve truncada. Y así pasan más años hasta que por fin en el lujoso suite presidencial del Hotel Regis se encuentran los dos enamorados y resuelven con toda rapidez su unión».
Pocos detalles se supieron de lo que aconteció antes de la boda, este diario registró unas palabras que María pronunció en el Regis, así como lo ocurrido horas antes de una unión que surgió como un idilio relámpago y que en pocos días culminó ante la ley. «Estoy muy feliz de casarme con Jorge; hace tiempo que nos queremos. En cuanto termine mi casa en Catipoato, nos iremos a vivir allí».
Jueves 16 de octubre de 1952. «Confirmando la noticia que antes que ningún otro diario publicó EL UNIVERSAL, María Félix, nuestra deslumbrante primera actriz, contraerá matrimonio civil con el galán Jorge Negrete, en el suntuoso palacete que la estrella posee en la vecina población de Tlalpan».
La invitación, reproducida en las páginas de este diario, decía: Jorge Negrete y María Félix se complacen en participar a usted su enlace, que tendrá lugar el día 18 del actual a las 13:30 horas y le agradecerán su asistencia en Catipoato, Matamoros número 1, Tlalpan. Se agrega una nota: «Damas: Traje de calle con rebozo».
Viernes 17 de octubre de 1952. Este diario hizo un repaso de sus ex amores; en una fotografía aparecen los «principales personajes en los capítulos ya liquidados»: Elisa Christy, Gloria Marín, Raúl Prado «Calavera», Agustín Lara y Carlos Thompson. «Como en las novelas, cuando se abre un nuevo capítulo, quedan cerrados otros».
Sábado 18 de octubre de 1952. Se efectúa la boda entre María Félix y Jorge Negrete, en las páginas de la cartelera se anunciaba El peñón de las ánimas, que ambos protagonizaron 10 años antes, pero se volvió a proyectar en la pantalla grande. «¡Nace un gran amor! ¡El romance más espectacular del cine mexicano!».
Jorge y María se dan el «sí». El sábado 18 de octubre de 1952 se realizó una boda doble, además de Jorge y María, dos viejos sirvientes de la casa se convirtieron en marido y mujer, La mesa donde firmaron los contrayentes fue adornada por un ramo de orquídeas enviado por Agustín Lara.
Jorge lució un traje de charro color marrón y María un vestido mexicano color rosa que acompañó con el típico rebozo.
El enlace estuvo a cargo del juez Próspero Olivares Sosa, el mismo que casó a María Félix con el músico Agustín Lara y a Negrete con Gloria Marín. Apenas seis meses antes, Jorge y Gloria habían firmado el divorcio, y días antes se hablaba de un romance entre María Félix y el argentino Carlos Thompson.
Jorge Negrete y María Félix tuvieron especial interés en que su boda fuera muy mexicana, como las que se realizaban en los pueblos del estado de Jalisco; se enviaron entre 400 y 500 invitaciones y entre los asistentes estuvieron famosos como Miroslava, Columba Domínguez, los hermanos Soler, Antonio Badú, Gregorio Wallerstein, Emilio «El Indio» Fernández, el trío los Calavera, Frida Kahlo, Salvador Novo y Diego Rivera, quien firmó como testigo.
La fiesta estuvo amenizada por la Orquesta Típica y los invitados se deleitaron con comida y bebida mexicana como carnitas, chicharrón, barbacoa, mole, pulque, tequila, agua de jamaica y de horchata, así como whisky, cognac y licores extranjeros.
A las 18:00 horas se partió un pastel de cuatro pisos que cerró con broche de oro la boda que planeaba transmitirse por tv, pero que por fallas técnicas sólo se transmitió por radio.
«Soy el hombre más dichoso del mundo», expresó Jorge. «¡Qué Dios quiera y sea para siempre!», agregó María.
La felicidad les duró poco. Ya como marido y mujer filmaron «Reportaje» y «El rapto», en ambas, el aspecto cansado de Negrete era evidente, sus problemas de salud por la cirrosis hepática que padecía desde hace años lo obligaron a interrumpir su trabajo en varias ocasiones.
Según información de la época, la filmación de «El rapto» fue un «viacrucis», pues Jorge tuvo varios desmayos, y a pesar de que se quiso detener el rodaje, Negrete se negó y terminó de filmar con profesionalismo la que sería su última película.
«El Charro Cantor» falleció en Hollywood el 5 de diciembre de 1953, lejos de México y lejos de María Félix.
«¡Nunca pensé regresar a México así, con esta pena tan honda que me está matando!», expresó.
En el teatro de la Asociación Nacional de Actores, María pasó su mano por el cristal de la caja mortuoria donde se veía el rostro del cantante; inclinándose sobre él, lo besó:
«Amor, ¡te quiero y no te olvidaré nunca!»
Cinco meses después de la muerte de Jorge, se estrenó «El rapto», en abril de 1954 en el cine Orfeón, en la cinta, irónicamente sus personajes protagonizaron una relación de amor y odio. Así se promocionaba en este diario:
«La última película de Jorge Negrete con el más grande amor de su vida María Félix. Un hombre muy hombre y una mujer que hizo de él lo que le dio la gana».