Ante la llegada de octubre te presentaremos cada semana un nuevo lugar lleno de leyendas y mitos que se cuentan en la entidad poblana, anteriormente te contamos de La Fuente de los muñecos y ahora en esta ocasión te invitamos a que conozcas de la leyenda del Charro Negro, cabe mencionar que este personaje se presenta en diversas zonas de la entidad poblana.

A lo largo de los años se ha contado la leyenda de este personaje, algunos poblanos aseguran que el charro negro es un alma en pena, otros dicen que es el mismo diablo. Cuentan que este charro se aparece por las noches o cuando uno está solo.

En Puebla existen dos versiones de esta leyenda, sin embargo en las dos mencionan que el este personaje es de gran estatura, magro de carne hasta los huesos, de figura más bien alargada y semblante cadavérico pero, eso sí, altivo y galante, ataviado de impecable traje de charro, botoneado de plata a los costados y sombrero de ala ancha, bajo el que se oculta la figura de un ente maligno, un supuesto emisario del diablo. Cabe mencionar que este va acompañado por un robusto caballo negro.

En la primera historia narran que el objetivo del Charro Negro es recolectar las almas de aquellos que no posean un corazón puro y libre de avaricia; anda por los caminos y las terracerías, saludando a cuanta persona de a pie cruzase sus andares, asimismo los invita a compartir montura y acercarles a su destino. Sin embargo los individuos son llevados a un fatídico final en las tinieblas.

En cuanto a la segunda, se dice que se aparece en el Teatro Principal, el Teatro de la Ciudad, el Puente de México, el Río Atoyac, así como en diferentes patios del centro histórico de Puebla, se cuenta que si le hablas te ofrece un gran tesoro a cambio de cumplir una simple tarea que nadie ha sido capaz de llevar a cabo. Los que aceptan terminan desaparecidos.

Son contados son los casos de quienes tuvieron la suerte de encontrarse al Charro Negro y vivir para narrar ésta leyenda ¿Te habrás topado alguna vez con él sin darte cuenta?