
Adán Leyva Ávalos
*Muchas Felicidades
*Lo Que Dice la Historia
*Del Blog Escaramuzas
“En los aeropuertos se ven besos más sinceros que en las bodas”
La charrería de hoy en día recibe un toque femenino cuando la mujer forma parte de esta, participando dentro de ella con sus espectaculares coreografías.
Es tan emotiva esta situación que los espectadores aplauden al verlas participar en su revuelta dentro de sus hazañas, llamadas o mejor conocidas como “escaramuza charra”
Andando de viaje por las redes me encontré este escrito en un blog denominado Escaramuzas… y quise compartírselo:
“Ya en 1925, nuestros antecesores eligieron como su reina y capitana a la señorita Ana María Gabucio y Sánchez Mármol, hecho que de alguna manera se convertiría en el primer paso para consolidar después la figura femenina en la charrería.
Años más tarde, fue electa la señorita Rosita Lepe, quien junto a su padre, Don Filemón Lepe, ideó y creó el traje de charro para mujer en 1937. A esta mujer se le debe también que, con el fin de dar mayor comodidad a las antiguas albardas charras, haya ideado una adaptación entre las mencionadas albardas y la silla tradicional de charro, logrando así una albarda confortable, de mayor seguridad y con un estilo inconfundiblemente charro.
En 1941, a raíz de haberse edificado el nuevo Rancho del Charro, fue coronada como Reina la señorita Concepción Rojo Lugo, quien con su garbo y personalidad admirables reinó durante muchos años.
En el año de 1952, siendo Presidente de la Asociación Nacional de Charros el señor Don Everardo Camacho Mora, el instructor de la Escuela de Charrería, el señor Luis Ortega, ideó evoluciones a caballo que ejecutaban los niños: Graciela, Ma. Eugenia, Arturo Ruiz Loredo y Guadalupe “Coco”, Antonio y José Camacho, los cuales se presentaron en varias charreadas, que a los acordes de “Las Coronelas” agradaron al público desde su primera presentación.
A este grupo, Don Everardo Camacho los anunció como “Escaramuza Charra”. El grupo comenzó a darse a conocer durante los viajes y competencias de la asociación dentro y fuera del país. Posteriormente, se añadieron las señoritas Susana Mondragón, Lilia López Becerril y Julieta Ramos, en sustitución de los niños quienes se mostraron más interesados por practicar las suertes para varones, integrándose así la primera Escaramuza Charra Femenil.
Poco a poco fue creciendo el interés de muchas jovencitas por practicar el deporte nacional, creándose así innumerables grupos similares dentro y fuera de nuestro país.
Todos los grupos de Escaramuzas dentro de la Asociación Nacional de Charros llevan el nombre de “Las Coronelas” conservando así la tradición del primer grupo que se formó en los años 50’s.
Hoy en día, la escaramuza charra forma parte integral de la charrería, y es el marco de belleza y destreza que adorna nuestra fiesta mexicana.
Una escaramuza es un grupo ecuestre integrado por 6, 8 y hasta 12 amazonas que hábilmente demuestran con sus actuaciones, el dominio que ejercen sobre sus caballos.
En la actualidad existe un gran número de escaramuzas, las cuales compiten entre sí.
La Escaramuza Charra es un acontecimiento histórico que revolucionó la historia de la charrería ya que incorporó a la mujer al ejercicio pleno de nuestro deporte nacional.
Para la década de los sesenta, la participación de la mujer fue más intensa dentro de la Asociación, ya que se formalizó el Comité de Damas integrado por las esposas de los socios, las cuales han apoyado incondicionalmente el desarrollo de las actividades deportivas, sociales y culturales, fomentando los grupos de “Escaramuzas”, las clases de baile, y un sinnúmero de actividades que continúan celebrándose hasta la fecha.
Posterior a la coronación de Conchita Rojo Lugo, le han sucedido en la Corona las señoritas: Elia Flores, Nety Díaz, Rita Cuadrini, Isabel Rojo, Susana Rodríguez, Martha González, Marisa Rodríguez, Isabel López, Mariluz López, Mariana Ramos, Maryeli López, Alejandra Moreno, Begoña Díaz Barriga, Gabriela Morales, Giselle Santos Burgoa y actualmente Alejandra Fernández Capistrán.
¿Puede una tradición llegar a ser deporte?
Aquí hay varias consideraciones por hacer
El concepto original de sport (deporte) no significaba algo saludable, racional o, incluso, decente –según parámetros actuales.
Sí implicaba la condición del ocio de la clase social (alta) y competencia por un premio.
Pero el sport podía ser la apuesta sobre carreras entre niñas de orfanato obligadas a correr en la nieve –o caballos o galgos. Ver el clásico de Norbert Elias y Eric Dunning, Ocio y deporte en el proceso civilizatorio, (1986) 1992, FCE, México.
En nuestro actual contexto, en donde el sport/deporte no se limita al ocio aristocrático o burgués, sino que significa la actividad física que se desarrolla para equilibrio y salud de quienes la practican, ¿puede la escaramuza charra actual ser deporte?
Para responder a esto preguntémonos: ¿Brinda equilibrio y salud a quienes la practican, incluso a los caballos?
Haciendo eco al énfasis de Julieta Gordoa: ¿Hay juego limpio? ¿Qué es lo que importa en la actual competencia de escaramuzas?
Desde luego que las mujeres han participado en donde ha habido caballos, en muchas y muy diversas formas. Sin embargo, es fácil omitirlas de los registros históricos, olvidarlas y luego “naturalizar” su exclusión.
Respondiendo a desprecios y omisiones, la charrería en México se ha destacado por sus intentos –no bien logrados– de posicionarse en esa “cabalgata universal” de las naciones civilizadas.
La circunstancia que se volvió fatalidad: mujeres en atuendos “típicos” a caballo en desfiles patrios.(continuará)