Los caballos reaccionan de forma imprevisible en algunas situaciones y en la mayoría de los casos tienden a dañarse fácilmente. Su primer instinto es escapar, a menudo sin tener en cuenta la parte de su cuerpo que está atrapada en ese momento.

¿Cómo actuar ante una herida del caballo?
Cuando nos encontramos con una herida, debemos comprobar su estado y revisarla con el veterinario lo antes posible para llevar a cabo los mejores cuidados en función de sus características y del tiempo que haya transcurrido desde que se produjo. A veces, una herida pequeña y profunda situada sobre alguna estructura en particular, como una articulación o vaina tendinosa, puede presentar un pronóstico más desfavorable que una herida superficial, por muy grave que parezca.
En cualquier caso, el veterinario procederá con un examen físico para confirmar o descartar una cojera o para detectar cualquier tipo de anomalía. A continuación, tras llevar a cabo un examen minucioso de la propia herida, procederá con una sutura si es posible y si no hay ningún factor que se lo impida y para ello, debe limpiar la herida de forma exhaustiva.
En algunos casos, es posible que necesite realizar radiografías o ecografías para poder valorar el alcance de la herida, o incluso puede verse en la necesidad de tomar una muestra de líquido sinovial.
Finalmente, con el objetivo de favorecer la cicatrización, el veterinario creará unas pautas para el cuidado de la herida, las cuales serán indispensables para la resolución del problema.
Noelia Zamorano Lacalle
Veterinaria
